Falta de mascarillas podría ser tropiezo para la reapertura

Ante la posible reapertura escalonada de la economía puertorriqueña en medio de la pandemia, distintos eslabones de la cadena de suministros de equipo de protección individual (PPE, en inglés) alertaron que es imperativo atemperar las expectativas del sector privado a la capacidad de proteger a la ciudadanía, especialmente a aquellos trabajadores en los servicios esenciales.Incluso, ahora, cuando son solo los sectores exentos del cierre forzoso los que estrictamente requieren de mascarillas y guantes para atender al pueblo, algunos proveedores de servicios esenciales, como farmacéuticos y médicos, casi no encuentran lo que necesitan.Así lo explicó a este diario Julie Hurtado, propietaria de la Farmacia Ana en el municipio de Las Piedras, cuyo equipo ya casi no encuentra los guantes de látex que requiere para despachar medicamentos, además de los termómetros bucales y el alcohol isopropílico que exigen sus clientes."Nosotros hemos tenido médicos del Hospital Ryder en Humacao que nos han llamado y a nivel personal, ellos han comprado mascarillas para atender a sus pacientes porque no las encuentran. No es porque no hagan la gestión de buscarlas, es porque no las hay", relató la también farmacéutica que ha presidido el Colegio de Farmacéuticos de Puerto Rico y la Asociación de Dueños de Farmacias en el pasado.Ante esta aparente escasez, Hurtado sentenció que, "si tú abres (la economía) de hoy para mañana, no habrá el suplido necesario para lo que se quiere hacer en Puerto Rico", que, a su juicio, no tiene la capacidad de compra de otras grandes economías mundiales.A eso hizo eco el presidente de Interport Trading, John Santos, quien suple PPE al sector de la manufactura y distintas agencias de gobierno desde hace 30 años, pero ha recibido un mar de llamadas de centros de salud pidiendo los mismos materiales de protección: respiradores N-95, mascarillas quirúrgicas, guantes de nitrilo o vinilo, trajes desechables y escudos faciales."Nos pasó que teníamos un embarque de 30,000 mascarillas quirúrgicas que venían de China y se nos desvió a Italia. La demanda, claramente, ha excedido la oferta", explicó Santos, cuyos principales suplidores son estadounidenses que importan casi todos sus productos del continente asiático y tardan, en promedio, unas seis semanas entre orden y entrega."Los términos de compra ahora también han cambiado. Ahora tenemos que dar el dinero por adelantado, lo que crea un estrés al ‘cash flow’. Si tienes que usar una línea de...

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