Una familia ocupada en el bienestar

Por José Luis Baerga

Alianza de Líderes Comunitarios de Puerto Rico

María Santiago, madre preocupada o mejor dicho ocupada por su familia, en un momento dado convirtió la casita de atrás en el taller artesanal Kalai.

K-mé, como le apodan, con estudios en química y entusiasmada por uno de sus hijos, Roberto, quien es vegetariano y se niega a utilizar o consumir productos químicos, comenzó a fabricar jabones de barro para uso familiar. Esto coincidió con la jubilación de ambos padres y la pérdida de los trabajos tanto de Roberto como de Orville (su otro hijo) lo que puso a la familia en un estado de vulnerabilidad económica y emocional.

Con la astucia que caracteriza a muchas madres puertorriqueñas, María vio en la práctica de hacer jabones un posible proyecto económico para sacar a su familia hacia adelante. Así comenzó esta empresa familiar ya muy exitosa.

El nombre de la microempresa es la mezcla de los nombres de sus nietas Kmilly y Dalai, y su propio apodo K-mé. "Las tres dueñas de Kalai" añade K-mé con una sonrisa.

"Lo más importante de esto es que es algo que hacemos en familia y lo que se hace en familia es oro", afirma Roberto.

Por su parte, Orville expresa que todo lo que hacen en Kalai lo hacen pensando en el bienestar de las personas que lo van a utilizar. Así, por ejemplo, tienen un ungüento que elaboraron por su papá, quien es sobreviviente de cáncer. K-me asegura que este ungüento curó parcialmente la soriasis que también padece su esposo José Gómez.

Actualmente Kalai cuenta con una tiendita en la plaza del mercado de Salinas donde venden y crean parte de sus productos. Además, participan de ferias...

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