EN FAMILIA POR EL SANTO SENDERO
Camino de Santiago
Por Wanda MÁrtir
¿Cómo se inicia una travesía tan extensa y qué aspectos se deben considerar al hacer la ruta en bicicleta? Con el primer paso contestaría un peregrino de a pie.
Más el camino en bicicleta conlleva una planificación especial que comienza por el tipo de bicicleta que usarás y varía también en las rutas que se elegirán, en los lugares de descanso y en el equipaje que se llevarán. Hacer el trayecto con niños requiere también de mucha motivación ya que el proyecto familiar exige cantidades imprevistas de tiempo y de esfuerzos.
Para la peregrinación elegimos bicicletas de cicloturismo que lo mismo se adaptan a carreteras lisas que a caminos de tierra y las equipamos con parrillas delanteras y traseras para colgar alforjas impermeables en donde acomodar el equipaje.
Para la planificación de las rutas hemos usado detallados mapas topográficos de caminatas y de ciclo turismo que nos han permitido variar los trayectos y encontrar los caminos más atractivos y seguros. La ruta "oficial" marcada con la concha jacobina depende por etapas de carreteras muy transitadas o caminos no aptos para bicicletas cargadas.
La selección de hospedajes ha sido semiespontánea, es decir, viajamos con los datos de hospedajes que se encuentran en los lugares donde planificamos pausar. Esto nos ha dado flexibilidad al organizar las etapas diarias, haciendo unas más largas que otras.
Nos hemos hospedado en albergues espartanos, juveniles, pensiones y hoteles económicos con garajes donde dejar las bicis. Hemos evitado los albergues para peregrinos ya que aquí los caminantes tienen prioridad y los ciclistas deben generalmente esperar hasta tarde para recibir cama.
Si los aspectos técnicos fluyen, la parte espiritual de la peregrinación se hace realidad. El momento cuando el pedaleo se da automático y los sentidos se relajan ante el paisaje de un campo sembrado de trigo y rasgado por una carretera solitaria que parece extenderse hasta la eternidad. En ese momento de sosiego la compañía familiar adquiere un valor especial y el tiempo pasa al ritmo de las historias que compartimos.
En estos cinco años de Camino han sido muchas las lecciones aprendidas. La primera etapa, la ruta alemana entre Speyer y el pueblo fronterizo de Horbach, nos mostró lo poco que se necesita para sobrevivir durante días en la carretera. La carga extra hace más pesadas las cuestas y aún con niños pequeños un ajuar completo resulta innecesario.
En este trayecto se ven...
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