Una fantasía difícil de creer

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Sin embargo, eso que en un contexto social definitivamente se puede valorar como dotes, no garantiza la efectividad como recurso en un medio artístico. Ese uno de los problemas principales de "The Odd Life of Timothy Green", el dulce y buen intencionado drama familiar de Disney que estrena hoy en la Isla.

Este es el tipo de película que causa reacciones extremas. Los que quieren validar sus valores íntegros saldrán encantados y con lágrimas en los ojos de una experiencia emocional que los valida, mientras que aquellos que se les dé fácil el cinismo podrían destruirla con misiles de venenos dirigidos a la versión diluida que presenta este filme de lo que es el gran reto infinito de ser padre o madre.

Independientemente de qué extremo le siente mejor, la realidad del caso es que la propuesta artística del filme no funciona.

La película quiere ser una parábola liviana de realismo mágico que presenta la historia de Cindy y Jim Green, una pareja que ha hecho todo lo posible por concebir un hijo sin ningún éxito. Una noche particularmente melancólica, los protagonistas se dejan seducir por par de copas de vino y la fantasía de visualizar cómo sería su primogénito. Y, sin ninguna explicación, el universo decide escucharlos y entregarles a Timothy, quien tiene unas hojas peculiares en sus piernas.

El desarrollo del libreto rápidamente nos deja saber que estas hojas mágicas representan las expectativas que tenían sus progenitores de cómo iba a ser la experiencia de tener un hijo y que el niño nació mágicamente del huerto de la casa. Cada vez que una de estas...

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