Fantasía taína

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

"Pesa bastante... Me dio un poquito de trabajo manejarlo, pero he practicado para que no haya accidente y tiene un ajuste espectacular. De la cintura para abajo ha sido lo más sensual que he hecho. Arriba he hecho cosas mucho más provocativas, pero abajo puede dejarte boquiabierto", mencionó sobre el vestido que destapa sus glúteos, espalda, piernas y abdomen.

Con un taparrabos y una capa que cuelga de las muñecas, el vestido tradicional es una interpretación de la diosa Atabey, madre de Yocahú, considerado el dios principal de los taínos.

"Es la diosa de nuestros taínos, del mar, de la Luna y la fertilidad", explicó Astrid Castro, quien diseñó el concepto.

Los accesorios fueron confecccionados por el joven Abimael Ortiz, quien utilizó perlas, puyas metálicas, cuarzos, cristales y piedras semipreciosas en el tocado con plumas doradas, los brazaletes, las tobilleras, los zapatos y una hombrera que completan el traje típico.

El atuendo integra 16 mil cristales Swarovski, informó Merari...

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