El fantasma coreano

Por Ricardo Cortés Chico

rcortes@elnuevodia.com

"El conflicto en Corea es algo que permanece bien integrado en la memoria histórica de los puertorriqueños", afirmó el experto en política internacional José Rivera.

El regimiento estuvo en el frente de batalla durante casi todo el conflicto bélico. De hecho, se estima que los soldados boricuas estaban a la vanguardia en la "corrida" por llevar a los soldados chinos y coreanos sobre el paralelo 38, línea divisoria para los dos países de la península coreana.

Los decesos reportados según los registros militares van de la mano de la gesta bélica. En una batalla de dos días en junio de 1951, murieron 54 boricuas. Para entonces cruzaban el río Han Tan, empujando el retroceso de los soldados dirigidos desde Pyongyang.

"(Los boricuas) fueron instrumentales cambiando el ritmo de la guerra, pero a un gran costo. Sufrieron muchísimas bajas que se lloraban por las familias en Puerto Rico", dijo Jaime Morales, expresidente de la Asociación de Veteranos del 65 de Infantería.

De hecho, gran parte de la sangre boricua fue derramada en un cerro identificado por los militares estadounidenses como Kelly Hill.

La noche entre el 17 y 18 de septiembre de 1952 -cuando apenas había terminado la rotación de soldados del regimiento entre el puesto de avanzada en Kelly Hill y la primera línea de defensa estadounidense, localizada a unas 500 yardas- los boricuas fueron atacados por los soldados chinos, obligando la retirada boricua no sin antes matar a más de 60 soldados. Algunos murieron como consecuencia de las bombas lanzadas en las casetas que servían de dormitorio provisional. Muchos intentaron escapar, pero murieron heridos. Otros fueron tomados como prisioneros de guerra, según un escrito...

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