Fatal fallo de comunicación

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

Ese período de tiempo pudo ser muy valioso en la atención médica que habría recibido el jovencito, y quién sabe si hubiera marcado una diferencia en el desenlace que tuvo el caso.

En la madrugada del 3 de octubre, luego que el niño de 10 años llegara malherido al hospital de Arecibo, con un golpe en la cabeza y un brazo fracturado, se le practicaron exámenes de urgencia. Jeffrey, aunque sangraba, estaba aún consciente y habló de cómo se había caído de la cama y se había golpeado en la cabeza con una mesita de noche y luego contra el suelo.

Mientras la condición del niño empeoraba por el golpe en la cabeza, desde Arecibo habrían hecho múltiples llamadas al Centro Médico, según relató la propia madre de Jeffrey, Suannette González. Sin embargo, pasaron unas cuatro horas antes de que el hospital de Arecibo lograra comunicarse con el Centro Médico, ya pasadas las cinco de la mañana del 3 de octubre, y luego otras cinco horas más antes de que la ambulancia llegara finalmente con el niño moribundo al Centro Médico.

"En el cuadro oficial de la sala de Emergencias no había ninguna llamada", dijo el martes la portavoz de la Administración de Servicios Médicos (ASEM), Wilnelis Márquez, señalando que desde que se dio a conocer el asunto de las llamadas se dieron a la tarea de verificar los registros. "Hay un cuadro telefónico del Centro Médico, pero en ese contestan de 8:00 a.m. a 4:00 p.m., como una oficina regular", señaló Márquez. "El teléfono de la sala de Emergencias es otro y siempre está activo, funciona 24-7".

Márquez aclaró incluso que cuando sala de Emergencias contesta, lo que hacen es prepararse para recibir al paciente, pero que no le niegan el traslado. Añadió que ni siquiera es absolutamente necesario que llamen antes, porque si llegan a la sala de Emergencias van a recibir atención de inmediato, venga el paciente del hospital o sea el caso que lo lleven los propios familiares.

"En el caso de él (Jeffrey), llegó aquí a las 10:24 a.m. y, a las 10:42, en menos de veinte minutos ya...

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