Algarabía en el festival de máscaras

Por Osman Pérez Méndez

osman.perez@gfrmedia.com

Esta edición, sin embargo, no atrajo tanto público como se había visto en años anteriores. Pero eso no impidió que celebraran por todo lo alto quienes desfilaron en sus excéntricas carrozas y pintorescos disfraces, y aquellos que acudieron a presenciarlos y se apostaron a todo lo largo de la ruta y en la conocida intersección de las carreteras PR-130 y la PR-2.

El sol se mantuvo implacable durante toda la tarde. Los visitantes más experimentados acudieron preparados con sombrillas y neveritas. Pero los grupos de jóvenes, que eran allí la mayoría, parecían inmunes al calor sofocante y se divertían con batallas de chorros de espuma de afeitar.

Antes del desfile, las sirenas y tumbacocos rivalizaban por imponer su volumen, en una confusión de ritmos donde chocaban temas de Calle 13, música disco en inglés, temas de Pitbull, bachata y reguetón.

Luego desfilaron las carrozas con motivos alusivos a Cantinflas, Superman, una nave pirata con una orquesta a bordo, y también una carroza con una escena de un jíbaro cortando lechón y una mujer batiendo una olla.

Según explicó el joven Francisco Martínez, quien llevaba un traje negro, rojo y amarillo simulando la capa de Superman, "se toma mucho tiempo hacer los trajes". Explicó que desde enero los mandan a confeccionar con las costureras, para que estén listos en la fiesta de finales de año.

También pasaron pintorescos personajes independientes, como el que iba a bordo de una bicicleta casera, adornada con un muñeco de Chucky, con un cuchillo en una mano y la bandera boricua en la otra.

Freddie Jiménez estaba en las fiestas celebrando luego de llegar desde Chicago, donde "hay mucho frío. Lo dejé en 22 grados. No vuelvo hasta que se ponga caliente".

Su amigo Joe Cruz, quien tiene un negocio en Hatillo y asegura que ha venido "toda su vida" al festival, celebraba, pero con reservas. "Ha cambiado mucho, ha cambiado la tradición. La juventud trae otros géneros. Esto era una cosa de origen religioso, ahora está más relajado".

El alcohol también estaba presente en la fiesta, y no faltó quien a mediodía ya parecía haber consumido lo de todo un año...

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