LA FIESTA EN PAZ

croldan@elnuevodia.com

Como Nuria y Sebastián, muchas parejas separadas enfrentan durante la Navidad una época particularmente difícil. Casi siempre el conflicto ocurre cuando la pareja acaba de romper y no han llegado a acuerdos respecto a las relaciones filiales o los mismos son muy recientes. Y es que comúnmente las familias, o alguno de sus involucrados, requieren de un tiempo de adaptación a la nueva realidad, explica la sicóloga clínica Kevia Calderón Jorge.

"La primera Navidad es una etapa de ajuste donde cada uno de los padres desearía estar con sus hijos en momentos significativos, como verlos abrir regalos y despedir año. Quisieran poder estar ahí como en años previos", comenta la doctora.

Para Nuria, el Día de Navidad transcurrió "lleno de melancolía" pues se despidió de sus hijos de 4 y 7 años a las 2:00 p.m., cuando lo que quería era continuar disfrutando de la tarde junto a ellos y sus familiares.

"Es frustrante y bien doloroso porque estas fechas son especiales y nosotros acostumbrábamos pasarla siempre en familia. No me siento completa si mis hijos no están conmigo compartiendo estas fechas", señala la mujer de 41 años.

Cuando las heridas de la separación están frescas sentimientos como los que enfrenta Nuria son naturales. Sin embargo, si en el transcurso de los meses persiste esa sensación de abandono o vacío con respecto a los hijos el padre o madre afectado tiene que buscar ayuda profesional, comenta la doctora.

"Estar solo no es fácil pero el padre o la madre tiene que identificar qué otras cosas puede hacer. Tiene que, responsablemente, buscar la manera de cómo estar bien y evitar enviarle un mensaje de que está triste porque se fue", indica la sicóloga.

Es un reto para los padres lidiar con el dolor de una ruptura mientras asumen su rol de cuidadores. Pero es necesario que puedan hacerlo y, sobre todo, que sean capaces de proteger a sus hijos durante el proceso. Cuando esto no ocurre, los menores corren el riesgo de convertirse en fichas de un juego de poder entre los mayores. Pueden ser utilizados por una de las partes para ocasionar dolor al otro. Y sufrir las consecuencias.

"Al fin y al cabo quien sale perjudicado son los niños. Empiezan a sentir inseguridad, culpa, responsabilidad. Pueden pensar que son ellos quienes provocan el conflicto y para colmo, sentirse en la necesidad de resolverlo", comenta la doctora.

En su libro "Por nuestros hijos: guía para padres divorciados", la doctora Ivelisse Morales apunta que...

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