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Fiesta de pueblo para la sobreviviente

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Vincent

DORADO.- Un estruendoso clamor inundó la Plaza de Recreo de Dorado. La única sobreviviente del violento incidente que hace casi un mes segó la vida de cinco de seis miembros de una familia, por fin regresó a su pueblo.

Tras cuatro semanas recluida en el Centro Médico de Puerto Rico, lugar en el que atravesó un período crítico de salud, la niña de 12 años pudo volver a su hogar, y en la plaza, la recibieron con vítores, bombas de colores, piezas musicales, danza, oraciones religiosas; con una fiesta de pueblo.

La niña, quien disfruta de jugar voleibol, cursó sus años de escuela elemental en la Escuela Jacinto Martínez y no quiere quedarse atrás en las clases.

“Se hicieron unos arreglos. Ella no va a poder asistir a la escuela, pero, para que no pierda su año escolar, para que se mantenga al día, van a venir unos tutores a darle clase en la casa”, compartió su padre y actual custodio, Alberto Mojica.

En una actividad de sólida carga religiosa, liderada por pastores que llamaron a la niña, “símbolo”, “mensajera” y “milagro de Dios”, el pueblo celebró su vida.

“Ella quería ver a sus amiguitos y la complacimos”, agregó Mojica, de 37 años.

Del rostro de la niña a veces se escapaban lágrimas, que se secaba con sus dedos finos. Sonreía a todos, a las fotos que le tomaban, a los conocidos, a los extraños. Se fundía en abrazos con quien se acercara, aunque luego se separara con rostro confuso ante el rostro desconocido que, con tanto ímpetu, la abrazaba.

A su lado, se amontaban los regalos -iPad, libretas, útiles escolares-. El sonido ensordecedor de las bocinas hacía temblar la tarima. Niños jugaban con globos de colores, estudiantes lucían sus uniformes escolares, los vecinos alzaban sus celulares para captar el momento.

Mientras aplaudían con el payaso Remi al ritmo contagioso de una música tropical con letra cristiana, un niño contemplaba desde lejos a la niña. Serio, con las manos en su cabeza, solo, lloraba.

En la noche del pasado 4 de agosto, un tiroteo de carro a carro cobró la vida de Jaime Ferrer Rivera, de 38 años, quien, tras ser blanco de los disparos, perdió el control de su Land Rover de 2016, y chocó contra un Toyota Tercel verde de 1994.

En ese auto iba la niña que ayer hizo su entrada a la...

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