De fiesta pero sin quebrar

Por Marian Díaz

mdiaz1@elnuevodia.com

Tan pronto pasa el Día de Acción de Gracias, hay un no sé qué en el ambiente que nos invita a celebrar, a juntarnos para pasar un buen rato, y a más de uno les gusta recibir invitados en su hogar.

Si la casa no es muy grande, o los invitados son muchos, una opción es celebrar el evento en un lugar más amplio: en la playa, en el campo, o hasta en la casa club de la urbanización o el condominio.

La planificación no tiene que recaer en una sola persona. Solicite ayuda para preparar el junte. La realidad es que todo el mundo se contagia de alegría con una fiesta de Navidad, todas las personas desean las reuniones navideñas, entregar los regalos y pasar un tiempo inolvidable.

Eso sí, tenga bien presente que, aunque estas fiestas pueden ser divertidas y especiales, también traen consigo estrés y gastos. Algunas personas se emocionan tanto con los preparativos que se olvidan de mantener los gastos bajo control.

Y después del gusto, viene el susto, como dice el refrán. Pues, cuando llegan las cuentas, se percatan de que se excedieron en los gastos. Por eso, para evitar luego los dolores de cabeza, es preferible controlar los gastos desde el principio.

No olvide que una fiesta de Navidad puede ser un gran evento o una reunión informal con los amigos. Pero cualquier tipo de fiesta, por pequeña que sea, demanda esfuerzo, organización y un presupuesto.

No obstante, no siempre tiene que gastar un dineral cuando realice su evento, ya que con un poco de creatividad podría economizar bastante.

Así que anímese y comience a organizar su fiesta. Contagie a todos con su entusiasmo, siga estos consejos y dispóngase a celebrar el verdadero espíritu de la Navidad; pero sin lastimar su bolsillo.

Elija el lugar y la fecha de la fiesta. A menudo es mejor hacer una fiesta de Navidad varias semanas antes de Nochebuena, antes de que los calendarios de las personas a quien desea invitar estén llenos con otras actividades o compromisos propios de la época.

Decida si quiere una gran fiesta con un camarero atendiendo los alimentos y un disc jockey, o si prefiere una velada informal con amigos, o algo intermedio. Haga un presupuesto y calcule los gastos en que incurriría, antes de tomar la decisión. Si la fiesta es informal, puede pedirle a cada invitado que lleve algún platillo o bebida; o pueden dividirse los gastos entre todos y asignar una cuota. Así la carga económica será más liviana.

Averigüe quién está disponible y cuándo. No...

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