FIESTA VERANIEGA
Por Marcos Billy Guzmán
Especial El Nuevo Día
Sin animadores fijos, la ceremonia pareció fluir como agua de mar mientras distintas estrellas latinas de la música y la televisión tuvieron la oportunidad de emitir sus comentarios a lo largo de la noche. Esto limitó el fiasco de chistes que suele arruinar el show cada año. Sin embargo, como de costumbre, lo que menos tuvo la premiación fueron premios.
No cabe duda de que llegó a desafinar, pero Jennifer López pudo subirle el barómetro al evento combinando cascadas y luces rotativas que se activaron desde que la artista bajaba de una jaula en un body suit y cantaba una versión bilingüe de On the Floor. El intérprete Pitbull luego fraseó Don't Stop the Party y, segundos después, J.Lo regresó cambiada en un traje dorado corto que le permitió bailar al ritmo de Dance Again. Como parte de la apertura del show, la también actriz caminó encima de sus bailarines a la vez que vocalizaba Live It Up.
La diva cerró su intervención empujando con sus caderas al Mr. Worldwide en una piscina y saltando posteriormente para abrazarlo en el agua, lo que arruinó su pelo, pero no su maquillaje. Al rato, con la melena repelada, J.Lo hizo todo lo posible para llorar mientras aceptaba -de manos de Yandel- un premio que la destacó como "ícono mundial". Aunque al final no pudo soltar ni una lágrima, la artista pareció admitir su error a raíz de las críticas que ha recibido por cantar en el cumpleaños del presidente de Turkmenistán, el dictador Gurbanguly Berdymukhamedov.
"Lo que siempre he querido hacer con mi vida es entretener y ser una buena persona. Soy una artista y sé que ser un modelo significa (mucho, pero) también soy humana y cometo errores. Cuando caigo, me levanto de nuevo, aprendo la lección y estoy lista para enfrentar retos nuevos. Ojalá en el camino, una pueda hacer su familia y su gente orgullosa. Si he hecho su mundo un lugar más divertido y (los he hecho) soñar, entonces todo vale la pena", dijo quien también ganó el premio de mejor actriz.
Desafortunadamente, J. Álvarez luego provocó que algunos pensaran que imitaba a Daddy Yankee cuando salió cantando alrededor de una fogata.
Rodeado de sombrillas y lluvia artificial, Marc Anthony tuvo más suerte que el pasado martes, cuando recibió comentarios racistas por cantar God Bless America en el MLB All-Star Games. Anoche, lo aplaudieron al ritmo de Vivir mi vida.
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