El fin de una era

Por Joanisabel González

joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com

En principio, la matriz de American Airlines, American Eagle y Executive Airlines ha dicho a la Corte de Quiebras y a los consumidores que continuará operando como de costumbre.

No obstante, la petición de bancarrota de la tercera línea aérea de los Estados Unidos -en un momento, la más grande del mundo- supondrá cambios en la manera en que se gestiona el transporte aéreo en Estados Unidos y Puerto Rico; ajustes para los trabajadores y hasta cambios en la forma en que las jurisdicciones, sean estados o países, planifican y operan su infraestructura aeroportuaria.

"Esperamos que la radicación (de quiebra) de AMR fortalezca los esfuerzos reciente de la industria por mantener disciplina en su capacidad y tarifas en alza ante los altos costos del combustible y una perspectiva macro más retante", dijo la casa evaluadora Fitch Ratings al describir el evento como "otra ventana para un cambio estructural en la industria de la aviación de los Estados Unidos".

Según Fitch, la reestructuración de AMR supondrá "inevitablemente" cambios significativos en la flota y la eliminación de la capacidad no rentable en las redes de American Airlines y American Eagle.

De igual forma, significará renegociar los contratos laborales, el fin del plan de pensiones con beneficio definido y hasta la renegociación de la deuda de la empresa que supera los $ 10,000 millones al igual que los contratos de arrendamiento u otros acuerdos similares.

AMR emplea unas 78,000 personas en el mundo. En Puerto Rico, la empresa tiene unos 600 puestos de trabajo.

De acuerdo con la petición de quiebra, AMR posee activos de unos $ 24,700 millones. Sus obligaciones rondaban $ 29,500 millones.

El año pasado, AMR transportó unos 102 millones de pasajeros.

"American era el último de los Mohicanos", dijo el economista Vicente Feliciano haciendo referencia a la lista de aerolíneas que se han acogido a la bancarrota desde los ataques del 11 de septiembre de 2001.

Según Feliciano, cuya firma analizó la viabilidad de una alianza público-privada en el Aeropuerto Internacional Luis Muñoz Marín (AILMM), la quiebra de American supone otra campanada para el movimiento laboral. "Estamos viendo un proceso de cambio donde muchas de las empresas que están cerrando son aquellas que tienen las mejores condiciones de empleo", sostuvo el economista.

Agregó que otro efecto sería un posible impacto adverso en los ingresos de la Autoridad de los Puertos y...

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