El fin de la dependencia

Gustavo Vélez

El lunes pasado, durante el Mensaje sobre la Situación de Estado, el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, sorpresivamente anunció que adoptará como política pública, que los participantes del Programa de Asistencia Nutricional, (PAN) comiencen a buscar a empleo.

Según el primer mandatario, bajo esta nueva visión, su gobierno aspira a que el 50% o 60% de los actuales participantes del PAN busquen un empleo como condición para recibir este beneficio. Posiblemente, este es uno de los pronunciamientos más importantes que haya hecho gobernador alguno en la historia reciente de Puerto Rico.

A pesar de las diferencias que he tenido con algunas decisiones de la actual administración, me parece que es importante destacar la idoneidad y valentía de introducir este cambio de paradigma. A finales de febrero, Rosselló anunció también su intención de privatizar la Autoridad de Energía Eléctrica, (AEE), como otra reforma estructural importante para fortalecer la competitividad de la isla.

Parece ser que, a pesar de los múltiples tropiezos recientes, el actual gobierno sabe que no hay otra ruta que no sea introducir las reformas estructurales como solución a los problemas fiscales y económicos.

Sin embargo, a pesar de lo plausible y pertinente del cambio filosófico del gobierno con respecto al estado de beneficencia social, la ruta de cambiar la cultura de dependencia será dura y empinada. Pero como dijo el filósofo chino Confucio: “Para dar mil pasos hay que empezar por el primero”.

Los costos de la dependencia

Desde principios del siglo anterior, la dependencia de amplios sectores de la población en ayudas del gobierno federal y estatal han sido una constante en el fallido proceso de desarrollo del Puerto Rico actual.

En 1933 se instauró el primer esfuerzo federal para ayudar a mitigar la pobreza al instituirse en la isla la “Puerto Rico Reconstruction Administration” (PRRA). La PRRA surge como parte de los esfuerzos de la administración del presidente Franklin D. Roosevelt bajo el “Nuevo Trato” para ayudar a Puerto Rico durante la Gran Depresión. Junto al Plan Chardón, la PRRA constituyó el primer esfuerzo para modernizar la economía de la joven colonia de Estados Unidos en el Caribe.

A partir de 1948, ya bajo el despegue del proyecto de industrialización de Puerto Rico, se comenzaron a institucionalizar los primeros programas de asistencia social, mediante la repartición de parcelas de terrenos, bajo la visión del Partido Popular...

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