Al final del día

ANÍBAL RODRÍGUEZ VERA

PROFESOR

La odiosa frase lapidaria la utilizaban los superdotados para justificar todos sus proyectos e iniciativas. Se buscaba dar la impresión de que las cosas se estaban haciendo como Dios manda. Pero al final, la sabiduría de nuestro pueblo les aguó la fiesta y la frase pasará a la historia como una consigna de suprema hipocresía y amañamiento institucional.

Cuando el gobernador Fortuño despidió a más de 30 mil empleados gubernamentales, sin inmutarse y sin mirar para el lado, señaló que "no debe existir preocupación, con esos ahorros, al final del día, cuadraremos el presupuesto".

En otra ocasión, Fortuño señaló, que "con el proyecto del gasoducto, al final del día el consumidor podrá ver una reducción en sus tarifas de la luz".

Un superintendente de la Policía justificó la ola de asesinatos alegando que "mientras los narcotraficantes se maten entre ellos, al final del día bajarán las cifras de asesinatos".

Otras, "no importa las cantidades industriales de...

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