El final trágico

ANÍBAL RODRÍGUEZ VERA

PROFESOR

Y añade: "Llegué a su Armando con el alma un poco lacerada por la vida, igual que él me llegó a mí y, a fuerza más de lágrimas que de sonrisas, hemos construido una emoción sin adjetivos, capaz de la más grande puerilidad de un niño y de la más potente resolución de hombre".

"Nuestro primer plan será volar a Puerto Rico a abrazarlos... Lo único que he sido para su hijo: el alma que ha descubierto su verdadero ser, a quien él se da todo, tal cual es, sin temor a incomprensiones o pequeñeces que sólo surgen de almas disímiles por eternidades... Ahora Celes, mi más dulce emoción: el tú decirme 'tú' era ya necesidad orgánica mía. Cuando me lo dijiste, la vida me acercó por siglos a tu alma".

De momento, toda aquella felicidad exaltada de Julia comenzó a troncharse, y un estado profundo de depresión y de alcoholismo le robó la alegría de vivir. Deambulaba por las calles de Nueva York con la mirada perdida en el espacio.

Su producción poética se esfumó. Nunca logró regresar a su patria. Su relación con Armando se...

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