Firmar a Barea es un negocio de gran valor

Establecerse en un mercado como la capital San Juan es un acierto para cualquier franquicia deportiva que quiere darse a conocer. No será una garantía de valor si no existen otros elementos, de acuerdo a los entendidos.Y la firma del exenebeísta José Juan Barea por parte de los nuevos Cangrejeros de Santurce, que regresarán al Baloncesto Superior Nacional (BSN) este año, sí aumenta la valoración del club pero todavía estarán en desventaja frente a otras potencias del básquet con mayor historial.Los Cangrejeros, que entrarán a su tercera etapa en la liga tras sus desapariciones en 1977 y 2016, fueron aprobados como franquicia de expansión para el torneo programado para comenzar el 8 de julio. Los empresarios de la industria del entretenimiento Noah Assad y Jonathan Miranda, así como el intérprete urbano Bad Bunny (Benito Antonio Martínez), quien entró al negocio en calidad de codueño, tienen a su cargo el reto de intentar crear no solo un equipo contendor, sino también una base fiel e incondicional de fanáticos sobre la cual el proyecto se pueda convertir en uno permanente.Ni siquiera el grupo más exitoso bajo el cual han operado los Cangrejeros en el pasado, el encabezado por el otrora promotor de espectáculos y representante de artistas, Angelo Medina, logró establecer una base de aficionados tan sólida como la que han tenido históricamente los Piratas de Quebradillas, los Leones de Ponce y los Vaqueros de Bayamón.Y eso, que con estrellas como José "Piculín" Ortiz, Carlos Arroyo, Orlando "Guayacán" Santiago y Rolando Hourruitiner, entre otros, fueron exitosos con seis campeonatos en siete series finales y 10 temporadas entre 1998 y 2007.De hecho, de acuerdo al licenciado Ricardo Carrillo, entonces coapoderado en dicha etapa de los Cangrejeros, en su mejor momento el valor de la franquicia "no era menor al millón de dólares". Pero tan solo la operación, aseguró, era de $2,000,000 anuales, incluyendo nómina, pago de empleados y otras partidas."No necesariamente", contestó Carrillo, cuando se le preguntó si estar en el área metropolitana le da valor a cualquier franquicia antes de conformar su plantilla. "Sí es un ‘plus’. Pero franquicias con unos valores históricos, o unos valores económicos, o unos valores históricos y económicos tienes a Ponce, a Bayamón, a Arecibo, y a San Germán. Entonces, de esas franquicias, ese valor histórico se transforma en un valor económico, por la naturaleza del tiempo que llevan en el básquetbol… que son Ponce...

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