Firmes contra viento, marea y pandemia

Cuando el gerente general del Sheraton Puerto Rico Hotel & Casino, Roberto Mosquera, se trasladó de su empleo anterior en un AC Hotel en Guatemala a fines del año pasado para asumir las riendas de uno de los hoteles más emblemáticos en San Juan, el ejecutivo obtuvo un recibimiento inesperado."Lo recibimos con un temblor fuerte. Esa fue su inauguración", recordó Winda Caraballo, directora de Recursos Humanos del hotel, refiriéndose a los terremotos que sacudieron a Puerto Rico en enero pasado."Nosotros estábamos como pez en el agua en ese entonces porque después de María, nos habíamos casi convertido en expertos en manejo de crisis".El Sheraton, ubicado justo frente al Centro de Convenciones de Puerto Rico, en Miramar, sirvió como uno de los ejes donde se centraron los esfuerzos de recuperación de la isla luego del terrible paso del huracán María a finales del 2017. Mientras el gobierno estatal tomó residencia temporera en el Centro de Convenciones junto a oficiales federales, el hotel sirvió como una especie de base secundaria de operaciones, al tiempo que albergó un sinnúmero de personas, entre ellos, cerca de 100 de sus empleados.Tres años más tarde, el hotel está pasando nuevamente por una crisis, aunque esta vez de una naturaleza completamente distinta. Entre las industrias que se han visto afectadas por la pandemia de COVID-19 y las medidas de cuarentena implementadas para atajarla, el golpe al sector turístico y hospitalario ha probado ser fuerte, y el Sheraton no ha sido la excepción."Desde marzo con el ‘lockdown’, hemos visto nuestro negocio reducido de manera sostenida", reconoció Mosquera. "El negocio ha bajado en ciertos indicadores de sobre 85% a 90%, igual que en el resto del mundo".Dado esto, el hotel se encontró en la difícil situación de tener que despedir temporalmente a poco más de un tercio de su plantilla. Actualmente, el Sheraton cuenta con alrededor de 200 empleados, 50 de los cuales trabajan por vía remota realizando mayormente funciones administrativas, explicó Caraballo.Por esta razón, cuando el hotel recibió la notificación de que había salido como uno de los Mejores Patronos de Puerto Rico por quinta vez, al igual que uno de los Best Employers, los gerenciales recibieron la noticia con una mezcla de emociones."Fue dulce pero amargo a la vez", reconoció Caraballo. "Este año es diferente a otros. El premio cobra gran importancia por la situación, pero también nos da tristeza que no la podamos celebrar como en otros...

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