Flamenco y fugacidad
Por Tatiana Pérez Rivera
tperez@elnuevodia.com
"De noche allí había flamenco. Fue el descubrimiento de una tradición", recuerda aquella primera vez -en el Sevilla de 1985- que fue suficientemente poderosa como para vincularlo de por vida al flamenco.
Cómo lo descifra él, que no es andaluz, ha provocado su estudio consistente del género que inspiró además la creación de la Fundación Cristina Hereen Arte Flamenco, que preside desde el 1995 en España.
Hoy, a las 7:00 p.m., Iwasaki hablará en el Conservatorio de Música de Puerto Rico de otro feliz descubrimiento: el vínculo de la cultura negroide con el flamenco. Fandango llamó a Burundanga: África en los sonidos negros del flamenco contará con la participación de Manuel Romero en el cante, Tamara Lucío en el baile y Tino van der Sman en la guitarra.
"Es absolutamente posible", indica sobre la mezcla. "En el siglo XV y XVI, el 10% de la población en Sevilla y Cádiz era africana. Hay personajes negros en Cervantes, en Lope de Vega, en Calderón de la Barca. ¿Dónde están esos personajes? No es cierto que se vinieron a América como esclavos, muchos se quedaron en Andalucía y se fueron mezclando. No nos vamos a cruzar con un afroandaluz en estos momentos en la calle, pero en el habla, en las costumbres y en la música ahí se delata. 'El que no tiene dinga tiene mandinga' dicen en el Perú y eso se revela mucho en el flamenco".
Subraya Iwasaki que "hay palos que tienen una estructura rítmica que es inequívocamente de origen africano".
"Voy a hablar de eso en la conferencia", adelanta y agrega que se percibirán "puntos de contacto con el jazz".
No es la primera vez que Iwasaki habla de microcuentos en Puerto Rico, así que en su segundo taller aquí, El tamaño no es importante, que desde el jueves y viernes se celebrará a las 6:00 p.m. en el Colegio de Abogados, se concentrará en su confección basado en libros de reciente publicación.
"Me encantaría hacer hincapié en que el microrrelato en la lengua española es una tradición", señala el narrador, ensayista, crítico e historiador.
Menciona que desde los cincuenta y sesenta autores como Julio Torri, Julio Cortázar o Augusto Monterroso ya los escribían. Cuando la crítica y la academia se interesaron en ellos -en este nuevo siglo- se formalizó el estudio de estos. Las editoriales se han interesado, hay publicaciones exclusivas y talleres para aprendices.
"Hemos llegado al punto en el cual están coincidiendo en el tiempo la idea de la fugacidad, de la moda y...
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