FLEXIBLE CON EL CORTE

Por Gloria Ruiz Kuilan

gruiz@elnuevodia.com

Este trato para algunos clientes contrasta con la experiencia de la mayoría de los abonados de la AEE, a quienes la corporación pública les corta el servicio sin contemplaciones cuando incurren en hurto de electricidad o se retrasan.

El hurto de luz le cuesta a la AEE entre $ 200 y $ 400 millones al año, costo que la corporación le pasa, a través del ajuste por combustible, a los abonados que pagan a tiempo.

El director ejecutivo de la AEE, Otoniel Cruz, reconoció que cuenta con menos de 100 empleados para detectar hurto de electricidad en todo Puerto Rico.

"Un 20% de los clientes hace uso indebido de energía eléctrica", dijo.

Por temor a represalias, empleados de la AEE que hablaron bajo estricto anonimato, expresaron indignación porque la corporación pública continúa dando oportunidades a clientes que repetidamente incumplen su deber de pagar.

"No cualquier abonado tiene este privilegio. Juan del Pueblo llega a la (oficina) comercial y lo más que puede es hablar con la gerente, si tiene don de palabra. Pero esa otra gente -a la que no se le desconecta- tiene palas (contactos en la AEE)", expresó un empleado.

Los empleados -cuatro unionados y tres directivos- proveyeron a El Nuevo Día documentos oficiales de la AEE donde constan las deudas de estos clientes, que ascienden a miles de dólares en las que procedía el corte, pero la mediación de un supervisor lo evitó.

El caso del Cliente A se refiere a una empresa dedicada a servicios médicos radiológicos que ubica en el área de Hato Rey. Al cierre de noviembre, su deuda sumaba $ 89,059.88. Esta es la suma de cinco meses de retraso. Documentos de la AEE revelan que el director interino de Servicio al Cliente de la AEE, Félix Echeandía, autorizó la reconexión tras un pago de $ 10,362.43 y la promesa de cuatro abonos. Pero el plan de pago se le extendió a ocho plazos a pesar de la morosidad.

El Manual de Procedimientos de Servicio al Cliente de la AEE establece que el historial de desconexión por falta de pago, incumplimiento de los planes y el historial del cliente se consideran antes de los planes de pago.

"Esto no debe ocurrir, pero sucede. Son gente reincidente a la que no debe dársele pago a plazos", dijo un empleado.

Otro ejemplo es el Cliente B, que ofrece servicios de salud a empleados de la corporación pública. Este cliente tiene una deuda de $ 105,826.37, según documentos de la AEE. La cantidad equivale a atrasos por casi un año. El servicio...

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