Forjadores de una nueva vida

Por Aurora Rivera Arguinzoni

arivera@elnuevodia.com

Son personas como Luisa, extranjera sobreviviente de violencia doméstica junto a sus hijos, quien cambió antiguos sueños por la nueva meta de ayudar a otras como ella y a niños víctimas de maltrato. O como Felicidad, una mujer recia y reservada que a sus 58 años hace frente a lo que sea y de ese modo es capaz de motivar a sus compañeros, igual que "El Jefe", de 52, cuyo anhelo es trabajar.

Ellos y otros seis ciudadanos han sido reclutados por el Municipio de San Juan para integrar su primera Brigada de la Esperanza, un proyecto novel del Departamento para el Desarrollo Social Comunitario de San Juan que busca ayudar a personas con serios problemas sociales a retomar sus vidas y reinsertarse en el mundo laboral.

Se trata de seres humanos que maravillan, como Marcos, quien a sus 40 años todavía llora al recordar que fue maltratado de niño, pero ha tenido la fuerza de mantener a raya su adicción por los pasados seis años aun sin el apoyo de una familia. Luchadores como Pablo Requena, especialista en administración y finanzas mercantiles, que no tiene miedo a trabajar y luchar con sus enfermedades mentales y el VIH.

El más joven, Wesley Capó, también es un valiente. A sus 20 años aceptó el reto de dirigir al resto de la brigada, un ejercicio de liderato que lo puso nervioso, aunque está seguro de que "¡se puede!".

Los integrantes de este equipo fueron recomendados al Municipio por diversas entidades de ayuda social cuando...

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