La Fortaleza celebra su encendido navideño

Faltaban 15 minutos para las 5:00 p.m. de ayer cuando los portones del Palacio de Santa Catalina se abrieron y decenas de ciudadanos -muchos de ellos curiosos que paseaban por el Viejo San Juan- comenzaron a entrar al patio frontal de La Fortaleza, un área usualmente restringida a oficiales del gobierno, invitados y dignatarios.Hace apenas dos semanas, llegar hasta el portón era una travesía con vallas, perímetros custodiados por decenas de policías y hasta áreas de inspección en el tramo entre las calles Cristo y La Fortaleza. Se trata de un nivel de seguridad que se ha mantenido en el Palacio, en mayor o menor grado, desde las protestas del verano que inundaron las calles del Viejo San Juan y obligaron la renuncia del entonces mandatario, Ricardo Rosselló Nevares."Es bien fuerte porque siempre que uno ve este lugar es porque hay conflictos entre los políticos y el pueblo", dijo Luz Rosario, de 30 años y vecina de Río Grande. "No sabía que iban a hacer esto. Me sorprendió que hasta...

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