Las fronteras de la privacidad

Por Camile Roldán Soto

croldan@elnuevodia.com

"Más vale que me acepte", dice medio en serio, medio en broma la mujer.

En casa de Edna y Roberto el mismo asunto se maneja diferente. También tienen un hijo de 15 años pero, en su caso, ambos tienen acceso a la cuenta de Facebook del menor. En el hogar no se permite encerrarse en el cuarto a hablar por teléfono y el uso de la única computadora está restringido a un área común.

Trazar la frontera entre el derecho a la privacidad y la supervisión, ese es el dilema para Marta, Edna, Roberto y tantos otros padres y madres. Es un reto que los padres siempre han asumido, pero que parece complicarse cada vez más con la exposición de los chicos a tanta información, al acceso a las redes sociales y otras tantas formas de comunicación.

"Es retante como madre y como persona. Tienes que mantenerte al día con todo, todo el tiempo, porque ellos van a aprender muchas cosas y no necesariamente te lo van a decir. Mi mamá tenía que estar pendiente de que no estuviéramos pegadas al teléfono pero ahora son los textos, el teléfono, la computadora y todos los sitios a los que ellos entran", comenta Verónica, madre de dos niñas de 12 y 15 años.

En su caso, el momento que determinó para dejar a sus hijas tener una cuenta en Facebook fue los 12 años o séptimo grado. Antes de hacerlo, se empapó del sistema, aprendió cómo funcionan las medidas de seguridad y, por supuesto, abrió su propia cuenta. Luego, se sentó con ambas niñas para acompañarlas paso por paso en el proceso de abrir su página y ella misma estableció los parámetros de privacidad que las menores tienen instrucciones de no modificar. La madre tiene la contraseña de ambas cuentas y periódicamente las revisa. Está pendiente de los estatus, la lista de amistades y demás información que publican.

Como a otros padres entrevistados, Verónica estableció estos controles porque entiende que a través de ellos puede minimizar que sus hijas reciban información o peticiones no deseadas y que podrían ser riesgosas para su seguridad.

La madre sostiene que sus hijas aceptaron sin gran protesta las reglas para utilizar la red social porque saben que "esas son las condiciones".

Gracias a su experiencia como sicóloga clínica dedicada a trabajar con niños y adolescentes, Bertis Delgado tiene un panorama claro de las situaciones que enfrentan los padres al soltar la cuerda de la privacidad.

"Tengo niños de 10 y 11 años que se molestan porque sus papás le revisan su Facebook y...

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