Fuego

JOSÉ CURET

ESCRITOR

Coincidían las noticias de los primeros motines en Egipto con aquella humarada de gases lanzados contra nuestros manifestantes universitarios. Y mientras aquí se esfumaban los gases y se fraguaban nuevas estrategias, allá en El Cairo el fuego, apenas contenido entre las tenazas de un vetusto gobierno autoritario, se esparcía por la plaza Tahrir, congregaba allí a un millón de manifestantes, dejaba decenas de muertos y colocaba al gobierno egipcio al borde del abismo.

Esas noticias son de sobra conocidas. Menos conocida, pero más iluminadora, puede resultar la visión personal de una estudiosa egipcia, Eman El Bashishty, becaria Fullbright y profesora visitante en la Universidad del Sagrado Corazón donde imparte cátedra en cultura árabe. Mientras converso con ella, para entender mejor el conflicto, recibe la llamada de un familiar suyo.

En Mansurah, ciudad al norte de El Cairo, le informan no se han registrado esos tumultos de la capital. Aún así impera allí el toque de queda; los vecinos- sigue relatando- prefieren quedarse en sus hogares para resguardarse con palos de los vagabundos, pues ha habido fugas de prisioneros. En El Cario las protestas han sido mucho más intensas.

Le pregunto cómo ve y percibe el sentir de su gente. "Esas protestas -me contesta- eran necesarias, pues el gobierno trabajaba sólo para hacerles creer que todo estaba bien. Y no era así. Las elecciones son una farsa. De lo que conozco sobre el pueblo egipcio (creo que) los dejarán protestar hasta que los manifestantes se agoten por falta de alimentos y tengan que rendirse por hambre. Saben que en algún momento se rendirán, a menos que intervenga Estados Unidos".

Reconoce la necesidad de que el gobierno egipcio cambie y se insufle de sangre joven. Aún así confiesa albergar cierto escepticismo frente a la figura de algunos líderes de la oposición. Menciona a Ayman Nour ("nour", indica, significa luz), un líder quien está preso; aunque ha luchado y propone un cambio, es muy ambicioso.

Mohamed El Baradei, premio Nobel y miembro de la Comisión Atómica, ha regresado al país, pero está muy inseguro y no...

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