A fuego lento

Por Tatiana Pérez Rivera

tperez@elnuevodia.com

Hace más de 474 años comparten sol, salitre y brisa, humedad, hongo y huracanes en la zona cercana al Castillo San Felipe de El Morro y al océano Atlántico en que radica. Hace diez años fue clausurada para dar paso a la reconstrucción del templo estilo gótico construido por los frailes dominicos.

Por qué toma tanto tiempo su reconstrucción, me pregunté mientras veía el mismo andamio que lleva varios años anclado en el exterior de la estructura que colinda con la Plaza San José.

El "hola, buenos días" propio de las ocho y media de la mañana fue sustituido por la pregunta pensada. La arquitecta Diana Luna y la licenciada María Elena González Calderón, administradora del proyecto de restauración del Patronato de Monumentos de San Juan, organización independiente de la Iglesia católica, tenían muchas respuestas que bien se resumen en una.

"Esto es un proceso artesanal, estamos restaurando un edificio histórico", indica González.

Artesanal implica que menos de cinco obreros -adiestrados por el Servicio Nacional de Parques- usen un martillo de goma y un cincel para despegar con golpes firmes y cuidadosos las capas de cemento que en años anteriores se le aplicó a la estructura. Justo esa desacertada estrategia provocó que el material original conque se construyó la iglesia -una mezcla de ladrillo molido, arena de río y cal curada- se asfixiara al punto de provocar serios problemas de humedad y filtración en techos, bóvedas y paredes.

"La conciencia de hacerlo bien es lo que hay que transmitir, es lo que hace que te dure", advierte la arquitecta Luna, encargada del proyecto desde enero de 2012.

"Hacerlo correctamente ha costado compromiso. Estamos usando materiales similares a los originales", añade.

Dado que no se puede aplicar vibración, el trabajo de remoción de la capa de cemento fue lento y a pequeña escala. Esto se realizó en la Capilla del Rosario y en la sacristía, espacios que fungen como espacio piloto del gran proyecto que ha pasado por diversas etapas: desde estudios de doce meses sobre movimiento y temperatura dentro de la estructura hasta la construcción de un andamio especializado para lograr la restauración.

"Cuando terminemos esta parte quedará expuesta al público y podrá verse cómo quedará la iglesia al final. No solo estamos contemplando la remodelación, sino que además el Patronato contempla el mantenimiento subsiguiente para que no vuelva a estar en estas condiciones", sostiene...

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