FUERZA Y CONTROL
Por Fernando Ribas Reyes
fribas@elnuevodia.com
Al día de hoy, cuando están cerca de comenzar las semifinales, el aviso del apoderado Herminio Nieves se sostiene: las Criollas jugaron mejor que los demás en la temporada regular y en los cuartos de final.
Y es que la dominicana Castillo les completó a las Criollas el control de balón que les hacía falta para hacer buen uso de su existente fuerte ofensiva.
Caguas se convirtió en pocos juegos en un equipo con la temerosa combinación de control de balón y fuerza ofensiva. Control de balón se refiere a recepción y defensiva de campo.
"Somos un equipo equilibrado", reconoció el dirigente de las Criollas, Carlos Cardona.
Son muy raros los sextetos que logran la combinación de control del balón y poder ofensivo, al menos así en la Liga Superior, incluyendo la era de las refuerzos, que inició en el 2002.
Para achicar la búsqueda a la era de las refuerzos solamente, pocos lo han logrado porque la mayoría de las importadas contratadas traen fuerza en la ofensiva, pero no todas tienen control de balón, lo que deja corta la combinación, dijo Nieves.
Sí lo consiguió Toa Baja el año pasado: control con Graciela Márquez, con la canadiense Stacey Gordon y Shara Venegas, y fuerza con Gordon y las estadounidenses Cassie Busse y Jennifer Joines.
"Ese equipo de Caguas se parece mucho al de nosotros el año pasado", dijo el dirigente de las Llaneras, Carlos Núñez. "Ese equipo tiene la defensa y la fuerza para terminar las jugadas".
"Hay equipos que tienen el control, pero no la fuerza para acabar las jugadas. Otros tienen la fuerza, pero no el control. No todos tienen la combinación", agregó.
Pues Caguas se ha convertido en uno de esos equipos gracias al control que proveen Castillo, Gordon y Stephanie Enright, particularmente las primeras dos, y la fuerza que sale de Gordon, Enright y la opuesto dominicana Bethania de la Cruz.
"Nunca estamos fuera de control. Siempre estamos organizadas. Estoy prejuiciada porque juego aquí, pero este es el mejor equipo de control en que he estado", dijo Gordon, quien jugó para las Criollas en el 2005 y para las Llaneras en el 2010.
Todo eso es destructivo para los rivales, quienes solamente han derrotado dos veces a las Criollas este año.
El rival no puede aplicarle el servicio a Caguas porque la recepción de las Criollas es sobrepromedio. Como resultado, Caguas puede combinar su poderosa ofensiva.
También se les hace difícil meter la bola contra la hermética defensa de las...
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