75 años y la fuerza de las ideas

HÉCTOR LUIS ACEVEDO

ABOGADO

Un poeta, de sensibilidad inagotable y de escasa organización, estaba buscando nuevos cauces para sus ideas. Expulsado de su partido y empleado a medias, continuaba haciendo germinar pensamientos y sentir su liderato. Su poder de convocatoria iba más allá de su nueva oratoria que no permitía el aplauso, invocando el silencio del pensar. De ese pensar salía un gran movimiento de almas y acciones transformadoras. Se cambian vidas, se abandonan trabajos, horas de sueño y agendas pequeñas. Era la hora de Puerto Rico y sus causas.

Hace 75 años, Luis Muñoz Marín junto a Samuel R. Quiñones y Francisco Susoni escogieron el nombre de la nueva colectividad, y Antonio J. Colorado dibujó su insignia con su lema. La inscripción en Barranquitas estuvo a cargo de Víctor Gutiérrez Franqui y José Berríos Berdecía; en Luquillo, de Pablo Suárez y Carlos Román Benítez. Jesús T. Piñero fue encargado de toda la inscripción en Puerto Rico. Así comenzó el Partido Popular Democrático, con un jíbaro en su insignia y en su pensamiento con el lema "Pan, tierra y libertad".

Muñoz recorrió más de 600 barrios, hablando y escuchando. Así nos describe ese peregrinar: "Hubo veces en que Puerto Rico aparecía ante mis ojos como una interminable vereda entre montes, vegas y caras adoloridas. La vereda fue mi casa y mi camino; y el dolor y el afecto humano, mi compañía. Y entre el dolor y el afecto, como una tenue semilla, la esperanza. De aquella enorme tertulia con mi pueblo aprendí muchas cosas. Aprendí que hay una sabiduría de pueblo, en campos y poblaciones, que la educación puede instrumentar, pero no mejorar, en sus magníficas esencias humanas. Yo le enseñaba algo a muchos de ustedes, pero ustedes me enseñaban más a mí".

Los mensajes fueron cobrando su vida propia: primero, el valor del voto limpio. En Puerto Rico se compraban miles de votos, no para conseguirlos a su favor, sino para que no votaran, encerrándolos el día de las elecciones. El acabar esa práctica, pues "el que vende su voto, vende el futuro de...

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