Unos ganan, otros no

Por Marcos Billy Guzmán

Especial El Nuevo Día

Aníbal Rodríguez Vera, vicepresidente del Comité Organizador, sostuvo que el evento "fue apoteósico" en términos de asistencia. Consideró que "se superó la cifra anterior de 300 mil personas, como con unas 100 mil más". Incluso, mencionó que "el reconocimiento a José Feliciano nos impactó porque él no es ídolo de nuestra juventud, pero igualó la asistencia que tuvo Ricky Martin".

Asimismo, en la tarde de ayer celebraba que "todo ha transcurrido muy bien", ya que "el comportamiento de los presentes ha sido ejemplar".

Pero sí hubo incidencias. El viernes, El Nuevo Día presenció un pequeño motín en la Plaza del Quinto Centenario luego de un enfrentamiento entre varias féminas y unos guardias municipales, y el sábado se activó la Unidad de Operaciones Tácticas, mejor conocida como Fuerza de Choque, debido a los empujones que se dieron en el área de los muelles cuando miles de personas se aprestaban a regresar a sus hogares.

A pesar de esto, Ferdinand Cedeño, director ejecutivo de la Autoridad de Transporte Marítimo, y Doris Torres, portavoz del Departamento de Transportación y Obras Públicas y de ATM, consideraron que el uso de transporte colectivo para las Fiestas superó por mucho el del año pasado. En eso parecían coincidir ayer casi todos en la Calle San Sebastián.

Sin embargo, en lo que no hubo consenso fue en el saldo económico de los artesanos.

"Los artistas han vendido mucho más que otros años", aseguró Rodríguez Vera.

No obstante, para la artista plástica Rosa M. Serrano Sánchez, diseñadora y creadora del actual trofeo del Premio Nacional San Sebastián, aunque "la artesanía ha sido fabulosa en esta edición y la organización muy buena", las "ventas han estado un poquito lentas". A modo de ejemplo, recordó cómo "para el tercer día (del evento) el año pasado había vendido todas mis piezas y en este solo dos".

Con ella coincidía Enrique Manuel Soto, quien contó que "no he tenido tanta suerte vendiendo mis pinturas, porque muchos solo vienen a mirar".

Los que sí parecen haber tenido mejor suerte fueron los vendedores ambulantes y los dueños de quioscos. El joven Luis Ramos, quien hace media década vende juguetes y gorras en la Fiestas, entiende que "hice más dinero del que esperaba". Lo mismo pasó con la cocinera Enidsa Martínez, cuyo quiosco de empanadillas le rindió "mucho dinerito...

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