Ganar en serenidad
Por Ileana Delgado Castro
idelgado@elnuevodia.com
Pero prueba y comienza a pensar en otras palabras con un significado completamente diferente. Por ejemplo, tranquilidad, sosiego, calma, comprensión, armonía, equilibrio. Se siente mejor ¿verdad?
A primera vista, puede que te parezca difícil alcanzar esa añorada paz interior que tanto se necesita hoy día. Sin embargo, si te lo propones es posible lograrlo y disfrutar de una existencia más relajada y feliz.
Pero esto no se logra de la noche a la mañana. Es un proceso de vida en el que es necesario hacer cambios, algo que muchos no están muy dispuestos a hacer.
"Lo primero que hay que hacer es cambiar patrones disfuncionales. Hay que reconocer que el corre corre, el estímulo constante y la ansiedad, así como el cansancio y coraje resultante, no funcionan", advierte la consejera sicológica holística y 'Master Rebirther', Kate Garrity, directora de la Alianza Renacimiento Puerto Rico, una organización sin fines de lucro dedicada a proveer herramientas prácticas para la paz personal.
Pero una de las dificultades, afirma la consejera, es que una gran cantidad de personas evitan hacer cambios en sus estilos de vidas.
"La realidad es que el miedo al cambio está presente para todo el mundo. Se llama resistencia y toma forma como pensamientos limitantes o negativos", agrega Garrity, quien aconseja considerar trabajar con un profesional para ayudar a descubrir las trabas internas inconscientes, lo que "te ahorrarás mucho tiempo y sufrimiento innecesario".
Para la psicóloga clínica Thalia Cuadrado, otra de las dificultades es que el ser humano no hace prevención y trata de remediar cuando ya han perdido la calma o la tranquilidad.
"La idea es siempre tener ahorros en términos de la calma, paciencia y tolerancia porque de esa manera uno tiene a qué recurrir cuando la necesita. Pero si no tienes en dónde buscar, vas a funcionar a nivel de crisis y se hace mucho más difícil trabajar con la situación", explica Cuadrado.
Ciertamente, el ritmo frenético de la sociedad actual generalmente nos lleva a vivir de una forma tan rápida que casi nunca nos preocupamos de tener a resguardo buenas dosis de calma y serenidad para afrontar cualquier problema inesperado. Es cuando, en medio de un tapón o una situación difícil, en vez de utilizar ese tiempo para maldecir, encolerizarte y hacer que tu presión sanguínea suba, aprovechas ese tiempo para concentrarte en tu respiración y no dejarte llevar por el momento.
Pero a...
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