Germina solución ciudadana

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Por Rut N. Tellado Domenech

Estas comunidades ponen su granito de arena para disponer de una parte de las 3,780,556 toneladas de basura que se estima se generan en Puerto Rico cada año. Más de un 75% de esos residuos podrían reciclarse, pero solo entre un 12% y un 14% se desvía de los vertederos, según datos de la Autoridad de Desperdicios Sólidos.

Esta es la realidad a pesar de que la Ley 70 de 1992 establecía que para 1995 se reciclara un 35% de los materiales desechados.

"Para nosotros, el gobierno ha fracasado en promover respuestas al problema de disposición de desperdicios sólidos, a pesar de la existencia de política pública. Ante este vacío, toca a los proyectos de autogestión y a iniciativas empresariales levantar e impulsar estas respuestas", sostuvo Arturo Massol, portavoz de la organización Casa Pueblo, en Adjuntas.

En comunidades aledañas al caño Martín Peña, en San Juan, se han gestado dos iniciativas que buscan reducir la cantidad de desperdicios que son lanzados al cuerpo de agua a la vez que se generan ingresos y empleos. Uno de estos es Caño Martín Peña Recicla, establecido hace tres años gracias a la labor voluntaria de vecinos de Barrio Obrero Marina.

"De nuestra junta de residentes sale ese esfuerzo de combatir el problema de mal manejo de desperdicios y a la vez poder sacar un poco de dinero para los grupos de baloncesto, voleibol y danza de la comunidad", relató Ana Margarita Pérez, directora de Caño Martín Peña Recicla, que cuenta con otros cuatro miembros en su junta.

Presentando propuestas a diversas instituciones, entre éstas el Programa del Estuario de la Bahía de San Juan, lograron adquirir 45 zafacones, que colocaron en 15 calles de Barrio Obrero Marina, así como en negocios cercanos. Los vecinos depositan papel, cartón, periódico, guías telefónicas y revistas en el zafacón de su calle.

Un donativo hizo posible el reclutamiento de un empleado a tiempo parcial, que se dedica a recorrer las calles en un vehículo de segunda mano -también obtenido con dinero donado- para vaciar esos zafacones y llevar su contenido a una empresa comunitaria de reciclaje o a un centro de acopio.

"La respuesta de los residentes ha sido bien positiva. Algunos negocios nos apoyan y estamos en proceso de conquistar a más", contó Pérez, a quien todos conocen como Margó. "El simple hecho de que caminen hasta el envase a colocar los materiales que separaron para nosotros es un A plus. Es un paso agigantado para...

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