Una gesta en peligro de extinción

Han transcurrido casi 80 años desde que un bateador estableció una de las marcas más difíciles —por no decir imposible— de completar en el béisbol.La gesta lograda en el 1941 por el legendario jugador de los Yankees de Nueva York, Joe DiMaggio, al conectar de hit en 56 partidos seguidos parece inalcanzable para un bateador, especialmente en esta época en la que el béisbol ha sufrido cambios significativos en su estilo de juego.Solo el inolvidable y controvertible Pete Rose se acercó a la marca cuando en el 1978 bateó de hit en 44 juegos seguidos. Nadie más ha llegado a la barrera de los 40 partidos."Es bien difícil. Eso es diario. Tienes que estar saludable y que las situaciones te favorezcan. Vas al plato buscando un lanzamiento bueno. A veces le das bien, a veces le das mal. A veces la bola cae y otras no", dijo el exjugador Santos Alomar Sr., quien en el 1970 bateó de hit en 22 juegos seguidos mientras jugaba para los Angelinos de California.Previo a DiMaggio solo Willie Keeler —dueño de la marca anterior con 45 entre el 1896-97— Bill Dahlen (42 en el 1894), George Sisler (41 en el 1922) y Ty Cobb (40 en el 1911) llegaron al círculo de los 40 juegos. Un total de 50 jugadores han alcanzado la cifra de los 30 partidos seguidos conectando limpiamente, incluyendo a los boricuas Benito Santiago (34 en el 1987) y Sandy Alomar Jr. (30, 1997). De hecho, Santiago posee la marca para un novato."Es casi imposible decir (cuántos juegos corridos vas a pegar de hit). Nadie lo establece. Uno va al plato queriendo dar un hit. Ese récord de DiMaggio es difícil que alguien lo rompa, y ahora menos por la forma en que la gente juega. Le ponen shift (formaciones especiales en la defensa) a los...

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