Gestos

Sergio C. Gutiérrez Negrón

A la yarda de tela le llamamos bandera, a las vigas, cruz, e igual nos persignamos ante ambas. Un breve índice de actos u objetos, nos dirían, cuya validez recae en el no significar por ellos mismos. El cuerpo del ayunador político, a diferencia del artista del hambre kafkiano, no hace hincapié en su ser cuerpo, sino en algo que recae fuera de sí. El grupo de personas no marchan para que un público sea capaz de percatarse de que el marchar entra en las actividades humanas.

Todas estas son ecuaciones simbólicas, como a las que se refería correctamente Alejandro García Padilla cuando afirmó que un voto por los partidos minoritarios sería siempre ya simbólico.

Las mismas ecuaciones siguen en juego cuando se dice que una cantidad equis de reglas "constituye" a un país; o que alguien (un gobernador, una legisladora) representa a un pueblo o a una comunidad; o, inclusive, decir que las palmas y las pavas sirven para otra cosa que para echarse sombra...

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