Glucosa

Manolo Núñez Negrón

Lo sé, en parte, porque he venido hasta el "mal" en horas del almuerzo, y me he topado con esta fila monumental de personas que ya se preparan, con veinticuatro horas de antelación, para celebrar la apertura del nuevo local de la cadena Krispy Kreme, que le ha prometido al primer centenar de clientes que entren al negocio un año gratis de suministros alimenticios. De las costas y los honorarios médicos nada ha sido dicho, hago la salvedad, pero nadie quita que en la actividad de inauguración rifen una sonda o una estadía en el hospital Bella Vista, allá en el Cerro Las Mesas.

Trato de entender, genuinamente, a qué se debe este frenesí y, si bien existen mil razones históricas y sociales que expliquen el fenómeno, no hago más que reconocer en esta euforia el mismo impulso compulsivo que nos empuja a la lujuria sin sentido del Costco, del Walmart, del Marshalls, del CVS, del Sam's. La tragedia de esta isla es haberse convertido en un paraíso para todas...

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