Un gran periodista

CARLOS FUENTES

ESCRITOR

Pero el ascenso de Tom Wicker se debió a otro trágico acontecimiento: la rebelión de los prisioneros de la cárcel de Attica (Nueva York) en 1971. Mil trescientos encarcelados se apoderaron de la prisión e invitaron a Wicker para que diera cuenta de los abusos, quejas y condiciones de la vida de los prisioneros.

Wicker dejó constancia de entrar, en Attica, a "otro mundo, imponente en su extrañeza misma". Un retrato incomparable de un grupo de hombres "desesperados" capaces de manifestarse en un breve momento de inmerecida, pero elocuente libertad, pronto reprimida por el gobernador Nelson Rockefeller al precio de cuarenta muertos por las armas del Ejército.

Extraña, extraordinaria manifestación de rebeldía y libertad, represión y muerte, a la que Wicker dio una dimensión humana, contradictoria y trágica.

Editorialista sagaz y duro, Wicker elogió al presidente Lyndon B. Johnson por su promoción de los derechos civiles y lo condenó por escalar el injusto y tramposo conflicto de Vietnam. Acusó a Richard Nixon de bombardear en secreto a Cambodia y de abrir el camino a un estado policial con los crímenes de Watergate.

Antes de renunciar, Nixon puso a Wicker en su "lista de enemigos", aunque años más tarde, en "Uno de nosotros" (1991) Wicker escribiese una crónica más amplia de la presidencia de Nixon, destacando la apertura a China y el fin de la discriminación racial en las escuelas del sur, tierra del origen que Wicker jamás abandonó.

El título era significativo, "Uno de nosotros", implicando que Richard Nixon no era un extraño al bien y al mal -la ética- de Estados Unidos, sino un hombre eternamente insatisfecho que ascendió mediante la mentira y la teatralidad pública y que, una vez instalado en el poder, no pudo abandonar los vicios y tretas de su carrera, sino potenciarlos al máximo involucrando a la nación entera en el caso Watergate. Importante análisis del poder corruptor que afecta, quien más, quien menos, a todos los que lo tienen y lo abusan.

Wicker dejó también retratos excepcionales y críticos del presidente Gerald Ford (por continuar la guerra de Vietnam); de Jimmy Carter (por la crisis de los rehenes de Irán); de Ronald Reagan (por el...

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