Grandes retos contra la violencia

Tras 20 años a la cabeza de Proyecto Matria, la licenciada Amárilis Pagán Jiménez suelta las riendas de la organización que asiste a sobrevivientes de violencia de género esperanzada en que, aun ante la ola actual de feminicidios y la ofensiva del sector conservador, es posible un Puerto Rico libre de violencia machista y con mujeres activas en la defensa de sus derechos.
"Si lo fuera a resumir en una oración para el lado de la esperanza, diría que, a pesar de todas estas violencias, las mujeres en este país están más despiertas y alertas que nunca. Y eso da esperanza. Eso es lo que necesitamos en este momento, mujeres despiertas y alertas", resaltó Pagán Jiménez, en entrevista con El Nuevo Día, desde las oficinas de Matria, en Caguas.
La licenciada Cristina Parés Alicea, de 38 años, fue seleccionada como la directora ejecutiva de la organización. Previo a su nueva gestión, estuvo dos años en la Junta Directiva de Matria, fue abogada comunitaria en Ayuda Legal Puerto Rico y brindó servicio directo a las víctimas en la Casa Protegida Julia de Burgos.
Con un hablar intenso, Parés Alicea enfatiza la importancia del servicio directo, algo que ha reforzado Matria, desde abril de 2020, con la Línea de Ayuda 24/7, constituida mediante una alianza con Casa Julia, Casa de la Bondad, Hogar Ruth y Casa Juana Colón.
Según datos recopilados por Matria, la línea (787-489-0022) atendió 3,496 casos entre el 23 de abril de 2020 y el 6 de marzo de 2024, a los que suman 2,454 referidos por redes sociales y otros métodos, para un total de 5,950. Además, en ese período, lograron 9,322 intervenciones.
A la pregunta de cómo mantienen la esperanza en medio de tanta violencia y pérdida, Pagán Jiménez y Parés Alicea coinciden en que, a pesar de que faltan mujeres por alcanzar, servicios como los que da la Línea de Ayuda 24/7 han permitido salvar a otras miles en Puerto Rico.
"Sí, sentimos las muertes de las que no están, pero tú poder mirar las caras de las que sí están porque logramos hacer algo por ellas, poder mirar 20 años hacia atrás y ver niños y niñas que conocimos en esas situaciones, verlos hoy como personas adultas, eso alimenta la esperanza. Porque te das cuenta de que lo que estás haciendo tiene un efecto real en la vida de gente, en la vida de las mujeres. Y eso, a la vez, te da la...

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