A gusto Bengie con su función

Por José A. Delgado

Enviado Especial

Después de 13 años como receptor en las Grandes Ligas, el mayor de los Molina - de 39 años - está ahora en su tercera Serie Mundial, las primeras dos como jugador.

Sus tareas las define como "ayudar, entrenar y aconsejar". "Lo diferente es que no estás en control del juego", indicó Molina, después de estar activo en la práctica del cuadro interior, lanzar a algunos bateadores en el entrenamiento previo al segundo partido de la serie y observar algunos bateadores.

Molina se retiró tras la temporada de 2010, cuando tenía 36 años. Entonces, después de alternar la temporada entre San Francisco y Texas, a quien representó en la Serie Mundial, no le ofrecieron contrato.

"Las ofertas fueron de Liga Menor. Para mí fue un insulto. Me dije, 'para perder el tiempo en liga menor, me voy con mi familia y estoy tranquilo'", dijo Molina a El Nuevo Día.

La propuesta para convertirse en el asistente del entrenador de bateo, John Mabry, le llegó en el invierno pasado. Su hermano menor, el receptor estrella y líder indiscutible de los Cardenales, Yadier Molina, fue quien le llamó, a nombre del dirigente Mike Matheny, para preguntar si estaba disponible.

Hasta entonces, ha admitido, nunca pensó en ser entrenador de bateo, quizá 'coach' en el bullpen o en la banca.

En las Grandes Ligas, el mayor de los tres hermanos Molina tuvo un promedio de .274. En el período de 2000 a 2010, entre los receptores solo Jorge Posada tuvo más carreras impulsadas que Bengie Molina (876 frente a 701). Ser entrenador de bateo, a fin de cuentas, hacía sentido.

Este año, Bengie ha visto de cerca como Yadier, quien ha destacado los consejos que le da su hermano...

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