Gutiérrez cuenta su vida

Por Israel ROdríguez Sánchez

israel.rodriguez@elnuevodia.com

Desorientado, subió corriendo las escaleras para avisar a su esposa Soraida y a su hija mayor Omaira -quienes dormían en el segundo piso de la residencia- tras lo cual lograron escapar con vida mientras se incendiaba la casa.

Se trató de una bomba molotov lanzada por desconocidos justo cuando Gutiérrez iniciaba su carrera política al retar al poderoso congresista demócrata Dan Rostenkowski. En esa época, Chicago también tenía su primer alcalde negro, lo que no era bien visto por una mayoría blanca en esa ciudad.

Sin embargo, esta terrible experiencia no detuvo a Gutiérrez, quien continuó con sus aspiraciones políticas hasta convertirse años después en congresista y un abanderado de los derechos de los inmigrantes y trabajadores.

"Soraida y yo decidimos que aquellos que pretendían con la violencia alejarnos de los retos en búsqueda de mayores libertades y mayor justicia, no iban a ganar. Y déjenme decir a nombre de Soraida, mi hija Omaira y mío, que ya nosotros hemos perdonado aquellos que hicieron esos actos. Esperamos que hayan encontrado paz en su vida", manifestó Gutiérrez.

Con el impactante relato de este atentado, Gutiérrez inicia su libro biográfico No he dejado de soñar. Mi largo camino del barrio a los recintos del Capitolio, que se presentará hoy a las 6:00 p.m. en el Colegio de Abogados en Miramar. Gutiérrez habló de su libro en un almuerzo que compartió ayer con El Nuevo Día en el hotel Caribe Hilton en San Juan.

El libro es un recorrido por su vida en Chicago y Puerto Rico, específicamente en San Sebastián. Todo esto con el problema de ser "demasiado puertorriqueño para los Estados Unidos y demasiado norteamericano para Puerto Rico".

"Al terminar de escribir el libro, entiendo de la manera más profunda en toda mi vida, a la edad de 59 años, que soy puertorriqueño desde el momento en que fui concebido en el vientre de mi madre", expresó Gutiérrez, quien se describe como independentista.

Nacido en Chicago, de padres puertorriqueños, Gutiérrez vino a vivir a Puerto Rico cuando tenía 15 años y apenas hablaba español. Le decían "el gringo" y tuvo que esforzarse para aprender el idioma. Dice que se convirtió en independentista porque cuando era adolescente su padre le aconsejó que no se acercara a ese sector político. "Eso es lo peor que tú le puedes decir a un adolescente", dijo...

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