Hacia una educación proactiva

Thayra M. Reyes Díaz

Caguas

Es necesario que el docente no pierda de perspectiva que la sala de clases debe ser un espacio social, un foro de diálogo crítico y a la vez sensible. Se debe educar para liberar la mente y el espíritu del estudiante. No se debe enajenar de su contexto social, de su realidad. El educador tiene la encomienda de empoderar al estudiante para que pueda pensar y reflexionar acerca de lo que puede hacer para transformar su entorno. Sólo así, se puede formar a un ciudadano integral, capaz de interactuar y funcionar adecuadamente en sociedad.

El estudiante debe ser validado como un ser capaz de expresar sus opiniones, disentir con deferencia, hacer preguntas y proveer respuestas a aquello que lo...

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