HAITÍ: DEL DONATIVO A LAS INVERSIONES

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Les convocó a creer en su pueblo. "Dennos una oportunidad. Crean en nosotros. Estamos trabajando para hacer de Haití un lugar idóneo para hacer negocios. Ayúdennos a crecer, no sólo ayuden", les pidió.

La convocatoria lleva implícita la rúbrica de la alianza empresarial como reemplazo de los obligados donativos en los que ha tenido que descansar Haití para sobrevivir a consecuencia de la incapacidad productiva en que ha caído por obra de gobiernos corruptos y crueles y por inclemencias de la naturaleza.

Los más recientes de esos episodios del año pasado y el actual -el feroz sismo al que siguió la terrible cólera- han provocado una escena pavorosa que incluye el duelo de las familias que aún lloran a sus más de 300,000 muertos, el millón y medio que sigue sin techo y los 200,000 heridos y discapacitados que fueron víctimas de ambas calamidades.

A lo anterior se suma la fragilidad de las instituciones gubernamentales y de sus estructuras de producción. Pero si grande ha sido la tribulación del pueblo, más grande es el nuevo espíritu que se observa de parte de la población joven, trabajadora y con ansias de hacer su aportación al desarrollo de su tierra mediante el esfuerzo propio que, de paso, alentará como nunca antes la solidaridad de la comunidad internacional.

Aunque es muy temprano para cualquier ovación, es de rigor apostar a la buena fe y el cumplimiento de su palabra del nuevo presidente, Michel Martelly, a quien el...

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