El señor de las hamacas

Por Mildred Rivera Marrero

mrivera1@elnuevodia.com

A los 15 años, comenzó a perder su visión debido a una retinitis pigmentosa, enfermedad hereditaria que lentamente le quitó la visión. Pero su actitud positiva ante la vida y una fuerte voluntad de seguir hacia adelante lo empujaron a capacitarse en diversas cosas, entre ellas el tejido de hamacas.

"Esto yo lo aprendí con Ventura Pérez. Después me acabé de pulir en San Sebastián. Lo aprendí en el 81 cuando me quedé ciego. Estaba en la escuela de no videntes", explica Israel al referirse a la Escuela Instituto Loaiza Cordero dedicada a la educación de personas ciegas.

Se certificó como artesano y desde entonces sus manos no han dejado de tejer.

Hace unas semanas nos recibió en el balcón de su casa donde, por todo mobiliario, hay una silla y una hamaca a medio hacer. Ah, y un cubo plástico donde guarda el hilo (cabuya) y la aguja de madera con la que comienza a hacer la primera línea de tejido, en un aparato simple, que él mismo hizo hace años. Son unos cuartones de madera ubicados en el piso, que tienen huecos en los extremos. En esos huecos, inserta dos palos de madera que son los que servirán para agarrar el hilo que va tejiendo de un lado al otro.

Se pasea con destreza y explica el proceso, mientras sus manos entrelazan la cabuya rápidamente y sin equivocarse para formar puntadas que amarran fuertemente el hilo que luego sostendrá el peso de una persona.

Desenredando hilos, pintándolos y entrelazándolos para hacer hamacas pasa sus días. Lo hace cuando se siente solo y se aburre de la radio y la televisión. Pero eso lo mantiene activo, productivo, con la mente ocupada y, además, genera un pequeño ingreso adicional.

Teje hamacas por encargo. Teje hamacas para tener una o dos para poder ofrecerlas a quien llegue. Pero eso es ahora. Por años, vendió el fruto de su trabajo en ferias de artesanía, dice durante una conversación en la que no faltaron los chistes que dejaran entrever su buen humor.

Para él fue un asunto bastante natural decidirse por el tejido de hamacas, porque años antes había hecho atarrayas para pescar. También porque, por años, había hecho trabajos de electricidad.

Sus habilidosas manos también se combinaron con su capacidad para memorizar y...

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