La herida abierta de la raza

Por Ana Teresa Toro

ana.toro@elnuevodia.com

Y es que si algo ha sacudido este caso y el reciente veredicto de no culpabilidad, ha sido la gran herida abierta que forma parte viva y activa de los cimientos de la nación estadounidense: la raza. Protestas alrededor de todo el País, miles de personas en las redes sociales colocando fotos con capuchas como las que llevaba el adolescente asesinado Trayvon Martin, el día de los hechos, se ven por todas partes. El gran debate de la raza, la deuda histórica de la nación más poderosa del mundo tiene un nuevo rostro.

En la historia reciente, ha habido quizás, dos momentos en los que en términos muy generales se ha podido llegar a ambos extremos de la discusión. Por un lado, el paso del devastador huracán Katrina en el 2005 puso en evidencia el racismo y sus cicatrices. Igualmente, la elección de Barack Obama, el primer presidente negro -más allá de las fisuras de su perfil- representó un contundente avance en la larga lucha por los derechos civiles de los hombres y mujeres negros que forjaron esa nación. Sin embargo, este caso, se percibe mayoritariamente en la opinión pública como un retroceso.

"Debilita unos procesos que no han finalizado", observa el abogado y analista político de temas estadounidenses Phillip Escoriaza quien además recuerda que la decisión se enmarca en "una salvaguarda muy importante que tiene el sistema democrático ante el poder que tiene el estado y es que se deben probar los cargos más allá de duda razonable. Eso es bien difícil de entender para el ciudadano de a pie".

Aunque en la Isla no ha habido manifestaciones tan contundentes como en los Estados Unidos, sí se ha observado una reacción. Sobre todo tratándose de la Florida, un estado cercano con una creciente y amplia población...

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