Hermosos recuerdos de Rusia
La pintura “Escogiendo la novia”, de Konstantin Makovsky es una de las más llamativas y apreciadas de la colección del Museo de Arte de Ponce. La imagen, pintada en el 1886, presenta el momento en el que un zar ruso elige entre un grupo de mujeres a la que se convertirá en su esposa.
Sobre la historia que cuenta esta obra de grandes dimensiones y minuciosos detalles existen al menos dos interpretaciones. Una dice que la joven seleccionada por el noble se emocionó tanto por recibir aquel honor que se desmayó. La otra, cuenta que la mujer fue envenenada a propósito para que el hombre tuviera que elegir a otra pareja.
“No sabemos exactamente cuál de las dos versiones es la que estamos viendo en el cuadro”, explicó Pablo Pérez D'Ors, curador asociado de arte europeo del Museo de Arte de Ponce. “Un cuadro así siempre invita a que la gente se invente cosas sobre él, sean ciertas o no, y eso es parte de la experiencia de los visitantes”, detalló.
Precisamente por el interés que genera la obra en el público es que el museo se propuso realizar una exhibición exclusivamente en torno a ella. Inicialmente, la meta era traer a la Isla otras dos pinturas de Makovsky que se encuentran en los museos Hillwood Estate en Washington D. C. y Legion of Honor en California. Sin embargo, debido al gran tamaño de ambas este plan no pudo llevarse a cabo.
Entonces surgió otra idea. El museo de Washington prestó a la institución local una serie de 40 piezas decorativas de los siglos XVII al XIX que son elementos comunes encontrados en las obras del pintor. Estas se presentan en la exhibición “Lujo e identidad: Konstantin Makovsky y las artes decorativas en Rusia”.
“Es muy interesante ver los objetos junto al cuadro porque le dan contexto a la obra. Sobre todo, porque el pintor fue un coleccionista muy importante. Coleccionar revelaba el buen gusto, los contactos y la riqueza del artista. Aparte de eso, Makovsky incluía muchas de estas piezas en sus obras. En un cuadro como “Escogiendo la novia” vas a encontrar detalles que no son imaginarios, sino que él los basó en su propia colección de textiles, joyas y adornos”, sostuvo el curador.
Durante un recorrido por la exhibición los visitantes del museo pueden observar la colección de piezas, tan hermosas como útiles, creadas en una época cuando el arte ruso en disciplinas como la orfebrería, la cerámica, la joyería y la creación de textiles se encontraba enfocado en redescubrir sus raíces culturales.
Debido a esto, muchos...
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