Héroe de acción posmoderno

Especial El Nuevo Día

Durante una breve entrevista con El Nuevo Día, el actor compartió los retos particulares de trabajar en un filme de ciencia ficción que le rinde tributo al diálogo sagaz de las comedias románticas de los años 40 y a los filmes escapistas de los 80.

El filme literalmente comienza con un golpe y tu primer parlamento, que rápidamente establecen el tono del filme. ¿Te preocupó tener esa presión cuando filmaste esa escena?

Sí, pero no por lo de establecer el tono. Una de las cosas que más que me llamó la atención de este filme, fue lo bien escrito e ingenioso que era el libreto. Así que los nervios de filmar esa escena fue saber que era la primera de la cinta. Eso siempre pasa en cualquier producción. Y uno también se pone nervioso cuando realiza el final. Es uno de los momentos en los que siempre tienes presente las necesidades del público cuando estás filmando, mientras que quizás en las otras escenas simplemente estás tratando de darle forma a tu interpretación.

Otro gran atractivo del filme son los diálogos que evocan las grandes comedias de los 30 y los 40. ¿Disfrutaste de ese aspecto de la película mientras interpretabas a un hombre que puede darle una paliza a quien sea?

Como actor fue lo más que me gustó. Obviamente, yo tengo vena de atleta y me gustaban todas las escenas de acción que tengo. Pero la dinámica con el personaje de Maggie (Grace) era interesante porque ellos saben que hay una atracción sexual, pero no están en una situación en la que puedan lidiar con eso, así que se insultan mutuamente para poder canalizar esa tensión.

Sin embargo, en una escena tuviste que literalmente pegarle a tu actriz principal. ¿Te pusiste nervioso al...

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