HIPNÓTICO LABERINTO PSICOLÓGICO

Por Juanma Fernández-París

Especial El Nuevo Día

Los millones de lectores que lograron que la novela de Stieg Larsson se convirtiera en un fenómeno mundial están destinados a comparar esta versión con la que ha vivido en su imaginación.

Los que llegaron a la historia a través de la versión fílmica sueca de la novela -la que puso a Noomie Rapace en el mapa artístico en el rol titular- van a estar pendientes a las diferencias (que son varias y todas muy positivas).

Y, finalmente, los fanáticos del director David Fincher van a estar pendientes de si esto es simplemente el reciclaje de su estética en filmes como "Zodiac" o "Seven" versus un paso artístico innovador como "The Curious Case of Benjamin Button o The Social Network".

Afortunadamente para todos, Fincher y compañía nos entregan un filme que va a dejar a todos esos grupos más que satisfechos. Y más importante aún, si usted no pertenece a ninguna de esas categorías y simplemente tiene la curiosidad de ver este filme sin conocer su trama sepa que se va a topar con el mejor thriller del 2011.

Tanto el guión de Steve Zaillian ("Schindler's List", "American Gangster") como la dirección de Fincher confabulan para entregarle al público un hipnótico laberinto psicológico que tiene varios desvíos dentro de la naturaleza oscura y violenta del ser humano.

Entre sus aportaciones tangibles, la principal reside en darle una urgencia cinematográfica a lo que en esencia es un filme de dos personas atando cabos mientras leen documentos y entrevistan posibles testigos.

El filme dura dos horas y 40 minutos, y ni un solo segundo coquetea con la posibilidad de aburrimiento. Aquellos que no sepan nada de la trama estarán al borde de su asiento de principio a fin. El otro gran acierto de esta película es balancear la ecuación entre los protagonistas.

La trama del filme presenta cómo Mikael Blomkvist (Daniel Craig), un periodista que acaba de perded su credibilidad en un caso de libelo, y Lisbeth Salander (Roonie Mara), una chica marginada por la sociedad que utiliza sus destrezas como hacker para investigaciones privadas, unen fuerzas...

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