La historia contada y la que falta por contar

Cuando se piensa en los 50 años de la política en Puerto Rico que han quedado milimétricamente registrados en las páginas de El Nuevo Día, viene a la mente la descripción de nuestra vida pública que hacía a menudo don Rubén Arrieta Vilá, un veterano periodista de este diario, retirado hace unos años.Decía don Rubén que, en Puerto Rico, vivimos "en un tiovivo", en alusión a la machina de feria que se pasa la vida dando vueltas en torno al mismo centro; si uno se queda en el mismo punto, ve al caballo pasarle al frente innumerables veces, con precisión de reloj. Queríase decir con esto que somos una película que se repite incesantemente, con las mismas controversias suscitándose cada cierto tiempo con características idénticas, con solo los personajes, y a veces, cambiando.Es también como lo que dijo Umberto Eco, en 1965, sobre las novelas de Ian Flemming, de las que salen las películas de James Bond: son todas, en el fondo, la misma trama, con ligeras variaciones en la colocación de los elementos, pero que al final llevan mensajes idénticos y terminan en lo mismo.Al darle una mirada panorámica a estos años, la política de Puerto Rico lleva 50 años desarrollándose de la misma manera; como un disco rayado, sin que pasemos, no solo de palabras, sino de sílabas. No llegamos nunca al próximo capítulo. No sabemos en qué termina la historia. Es como un robot dañado repitiendo la misma frase una y otra vez.Nada ilustra la parálisis como el tema de la alternancia.El Nuevo Día nació y creció en la era de la alternancia. Se puede decir, incluso, que es de alguna manera una consecuencia indirecta de este fenómeno. Don Antonio Luis Ferré, presidente fundador de este diario, le compró el viejo periódico El Día, que operaba en Ponce, a su padre, Luis A. Ferré, cuando este inauguró la era de la alternancia, al convertirse en 1968 en el primer gobernador electo por el Partido Nuevo Progresista (PNP), tras un larguísimo reinado del Partido Popular Democrático (PPD), el único que había gobernado en la isla desde la fundación del Estado Libre Asociado (ELA) en 1952.Dos años después de la llegada del PNP al poder, Antonio Luis Ferré lanzó El Nuevo Día, ahora con sede en la zona metropolitana de San Juan, bajo la dirección del legendario Carlos Castañeda.El Nuevo Día emergía en la misma época en que el país emergía de los tiempos de la avasalladora hegemonía popular. Una nueva era y un nuevo periódico.Durante la vida de El Nuevo Día, ha habido en Puerto Rico 12...

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