Sin hogar por promesas incumplidas
Por Sandra Caquías Cruz
scaquias@elnuevodia.com
La residencia de Maldonado Soto es una las nueve estructuras que el Departamento de la Vivienda (DV), con dinero del Fideicomiso Perpetuo de Comunidades Especiales, construiría en la calle Del Agua. Pero el contratista que obtuvo la subasta, Constructora Orama, abandonó el proyecto en el 2010.
El Nuevo Día intentó, sin éxito, contactar a Constructora Orama.
El proyecto, cuya inversión sería de $920,566, está completado en un 44%. Además de la construcción de nueve viviendas, el proyecto incluía la rehabilitación de 12 casas y la demolición de otras siete, informó Melvin Quiñones, secretario auxiliar de la Secretaría de Gerencia y Desarrollo de Proyectos de Viviendas en el DV.
"Esta casa está hecha y no me la quieren entregar porque falta por hacer un muro. ¡Que me la den como esté y que hagan el muro cuando puedan!", expresó Maldonado Soto, desesperado por volver a una casa propia.
Recordó que cuando fue expropiado salió con la ilusión que regresaría pronto. "Cuando yo me mudé mi hijo tenía 4 añitos. Ahora tiene 14 años", comentó.
Confiado en que tendrá su casa, Maldonado Soto señaló que ha gastado sobre $200 en herbicidas para que la maleza no arrope lo que será su hogar.
La necesidad de un hogar se le acaba de complicar a este hombre porque hace dos semanas la dueña de la casa donde vive, cuyo alquiler se supone lo pague el DV, le entregó una carta para que abandonara la casa porque esa agencia le adeuda sobre $14,000. El alquiler mensual es de $425. "La dueña me botó. Me llevó un abogado porque necesita la vivienda", dijo el hombre.
En la calle Del Agua, nombre que adquiere de un río que cruza por debajo de la única calle que recorre la comunidad, hay viviendas a las que solo le construyeron la zapata y las varillas quedaron expuestas, a pesar de la cantidad de niños que corretean por el lugar.
Otra de las viviendas tiene el techo y las paredes, pero le faltan puertas, ventanas y terminaciones. La construcción de otra de las casas solo llegó hasta las paredes del baño. El residente del lugar fue expropiado. El DV le alquiló una casa, pero murió a la espera de regresar a su comunidad.
Yolanda Román, otra de la residentes en la calle Del Agua, explicó que le habían ofrecido arreglar su vivienda, pero que nunca la concretaron. La subasta del DV incluía la remodelación de 12 viviendas.
La situación de la calle Del Agua se repite en la barriada Rullán, dos comunidades vecinas. El funcionario del...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba