El hombre que no se quiere ir
La entrevista había terminado, el exgobernador Carlos Romero Barceló se había despedido con alguna prisa (iba a encontrarse con un hijo que llegaba de la India) y los periodistas recogían. De repente, la puerta se abrió y Romero Barceló volvió a entrar: quería seguir insistiendo en uno de los argumentos que había presentado durante la entrevista.La anécdota ilustra milimétricamente cómo ha sido la larguísima vida política de Romero Barceló.No existe en Puerto Rico otra figura que se haya desempeñado en los puestos de la mayor envergadura -y por tanto tiempo- como Romero Barceló, quien ocupó por 24 años los tres cargos electivos de más relieve en la isla: fue alcalde de San Juan de 1969 a 1977, gobernador de 1977 a 1985 y, cuando ya muchos lo daban por muerto políticamente, volvió como comisionado residente, desde 1993 a 2001.Aun así, Romero Barceló nunca se va del panorama político. Él abre la puerta y, nuevamente, vuelve a entrar.Romero Barceló es hoy miembro de la Comisión Igualdad, que el gobernador Ricardo Rosselló designó para promover en Washington el resultado de la consulta de status de 2017. Está, dice, en negociaciones para que un senador estadounidense -que no identificó- presente una propuesta de admisión de la isla como estado, que él confía en que producirá una votación ‘Estadidad Sí o No’.Romero Barceló, además, anda tratando de que alguien acoja su propuesta de aumentarles las contribuciones a empresas foráneas, con lo cual dice que resolverían los más importantes problemas fiscales y se podría, según sus palabras, "mandar a la porra" a la Junta de Supervisión Fiscal.Romero Barceló tiene ya 86 años. Hasta hace poco, dice, hacía 30 lagartijas ("push-ups") al día, pero un padecimiento en un hombro lo detuvo. Está bien de salud, aunque físicamente se le ve frágil, como es natural a su edad. Pero cuando se mete en los temas que no dejan de apasionarle es el mismo Romero Barceló volcánico de siempre. Cuando Romero Barceló se suelta, se suelta, y en esta entrevista dice, entre otras cosas, que Luis Fortuño ha sido "el peor gobernador, y que la isla "dejó de ser colonia solo de Estados Unidos para convertirse también en una colonia de las empresas y de los individuos multimillonarios exentos" que compran a las figuras que podrían viabilizar que se impongan contribuciones.Sobre su adolescencia como independentista, su tiempo en el gobierno, su interminable lucha por la estadidad y la sombra del Cerro Maravilla, que nunca ha dejado de seguirlo, habla el exgobernador Carlos Romero Barceló.A mucha gente le sorprenderá saber que en su adolescencia usted fue independentista.—La primera mitad. Hasta los 14 o 15 años. Ya para la segunda mitad empecé a ver las cosas un poco...
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