La hora del adiós

Por Mónica Ferrer

Especial El Nuevo Día

Algunas veces la necesidad es obvia, como en el caso de un animal que esté severamente lastimado y en una angustia. Pero muchas veces, las señales son sutiles, como cuando es un animal de edad avanzada y su salud decae poco a poco. Uno posterga la decisión, pues no quiere sentir que ha sido prematura.

Si el dueño no está en la posición económica de gastar miles de dólares en pruebas, cirugías o tratamientos, esa es la realidad que debe aceptar.

Muchas personas están ajenas a cómo los animales demuestran dolor. No andan tirados gimiendo o quejándose como hacen los humanos. Si el dolor es en una extremidad, es posible que lo note cojeando, pero si no se siente bien los síntomas pueden ser casi invisibles. Si camina de lado a lado y se muestra inquieto, o lo opuesto, renuente a moverse son señales de aflicción.

Falta de apetito es usualmente otra señal, sobre todo para una mascota que siempre ha demostrado interés en la comida. Pérdia de peso, vómitos y diarrea son todas causas para preocuparse y llevarlo al veterinario. Mascotas de edad avanzada usualmente pierden peso y masa muscular...

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