Horas de angustia... y alivio
Por Yaritza Santiago Caraballo
Esa es la imagen que guarda intacta en su mente el niño de seis años Alfrey Michelle Infante Pérez, tras pasar este martes casi 12 horas secuestrado por varios hombres que emboscaron a su padre, José Alberto Infante Tronilo, frente a su residencia en Barrio Obrero, Santurce. Un evento que mantuvo en pánico a esta familia de nacionalidad dominicana y que puso en acción a las autoridades federales en la Isla.
Sentado en el sofá de su casa junto con su padre y agarrando un pequeño cocodrilo verde de plástico, Alfrey, quien cursa el primer grado, no relata con facilidad el gran susto que vivió lejos de su familia. Pero al menos ayer lucía tranquilo, tanto así que horas después de ser rescatado pudo conciliar el sueño y pasar una noche tranquila, según su padre.
Ayer fue un día casi normal para esta familia que reside en un pequeño apartamento ubicado en los altos de su negocio de venta de bebidas, El Canasto del Caribe. Allí, entre labores de limpieza casera, concedieron ser entrevistados por los medios.
Una ristra de preguntas sobre el móvil del secuestro del niño aún invade a José Alberto y a su esposa Frinnette Pérez.
"El móvil puede ser para pedir rescate. Yo no sé si me conocían. Pienso que me estaban velando. Yo digo que los delincuentes cuando van hacer algo no lo hacen de un día para otro, lo planifican. Yo no tengo enemigos, yo no debo dinero a nadie", se cuestionaba Infante Tronilo, de 33 años y quien reside en la Isla hace 13 años.
Fue buscando un mejor porvenir que Infante Tronilo, quien se crió en el pueblo de Bonao, en Quisqueya, hizo una peligrosa travesía en yola para llegar a la Isla. Aquí se casó con su primera esposa y obtuvo la ciudadanía americana.
Uno de sus trabajos en Puerto Rico fue como empleado en el negocio de Santurce del que hoy día es dueño. El camino no le ha sido fácil a este hombre, pues fue secuestrado en el 2004 por maleantes que le pidieron $ 50,000.
Logró ser rescatado y, dijo, dos de sus tres secuestradores cumplieron cárcel. No obstante, uno de ellos no fue capturado. Infante Tronilo, cuya casa cuenta con verjas en todas las ventanas, nunca imaginó que volvería a vivir la pesadilla de otro secuestro, esta vez con su hijo.
La pesadilla, según narró, inició a eso de las 6:10 de la mañana de este pasado martes cuando se disponía a montar a Alfrey y a José Alberto, de cuatro años, al auto para llevarlos a Cupeyville School, donde cursan estudios.
Infante Tronilo contó que todos...
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