Hospitales hacen malabares para sobrevivir la crisis

A pesar de que la industria hospitalaria del país lleva más de dos años haciendo ajustes para mantenerse a flote, no han podido detener el impacto de la crisis económica en sus negocios.

El deterioro ha sido tal que los ajustes han llegado hasta las áreas más críticas: han despedido personal de salas de operaciones y emergencias, han cerrado pisos enteros y limitado servicios. Y esto se une a los recortes que implementaron entre 2015 y 2016, periodo en el que hubo alrededor de 3,000 despidos en la industria, según datos de la Asociación de Hospitales.

La crisis no solo afecta a hospitales pequeños, también los conglomerados de hospitales -incluyendo al Grupo HIMA San Pablo, Sistema de Salud Menonita, Metro Pavía Health System y Doctors’ Center- han tenido que tomar medidas drásticas, incluyendo despidos y reducción de jornadas de trabajo.

“La situación está complicada para todos los proveedores. Hay mucha incertidumbre”, reconoció Jaime Plá, presidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales.

Datos de este grupo indican que tres de cada 10 camas de hospital están desocupadas, con 8,800 en uso de unas 12,500 disponibles.

“Agosto se ha reflejado como un mes bajo en hospitalizaciones, comparado con el 2016. Presumimos (que nos afectó), pero hay que constatar cuánta gente migró este verano para comenzar año escolar en Estados Unidos”, dijo Marta Rivera, presidenta de la Junta de Directores de la Asociación.

Y al descenso en el número de pacientes, ya sea por emigración, baja en la natalidad o el éxodo de médicos, se unen factores como la disminución en la cantidad de asegurados del plan de salud del gobierno y los problemas con los planes médicos por tarifas bajas, negaciones y retrasos en pagos, que complican aún más el panorama.

Este es el cuadro que enfrentan los hospitales a escasos meses de que, si no ocurre nada en el Congreso, se acabe el paquete de fondos federales que sostienen la Reforma de Salud en Puerto Rico.

Problemas

Las dificultades económicas que hacen tambalear a los hospitales están presentes hace varios años, pero la precariedad ha aumentado.

El Hospital Santa Rosa, en Guayama, cerró en febrero, tras 51 años de operaciones. Otros hospitales, aunque se mantienen en operaciones, enfrentan aprietos con, por ejemplo, el pago de luz. Los casos más recientes en esa lista son el Hermanos Meléndez y el Puerto Rico Children’s Hospital, ambos en Bayamón, que tuvieron que llegar a un acuerdo con la Autoridad de Energía Eléctrica para...

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